viernes, 5 de abril de 2013

"Crimen y castigo en las redes sociales"


La necesaria necedad de sentirnos vinculados  a una Patria –aun cuando  ese sentimiento sea  conflictivo-  ha conducido a una constante suma de conflictos sociales,  pues como individuos  casi nos sentimos obligados a tener una devoción nacional,  aún cuando no compartamos la totalidad de  las condiciones que ésta nos ofrece.
Por ello es llamativo que en pocas semanas  los linchamientos virtuales se han convertido en una constante demostración de la necesaria catarsis  social que necesita un país urgido de hallar culpables.

Una muchacha que expone que su exclusivo espacio  comercial y habitacional se llenará de gente inapropiada a su estatus,  una reconocida periodista  habla mal de la ultra nacionalista marimba y alguien más  es víctima de los cómicos ataques tecnológicos por su osadía –valida o no- de obstaculizar el trafico.
Desde que las redes sociales se convirtieron en un medio de expresión semi- anónimo, cientos de mensajes circulan por las redes expresando iras, amores, odios y resentimientos.  Todos ellos con el común denominador de creernos –como usualmente pasa- los dueños de la verdad absoluta.  Pero ¿que sucede cuando esos comentarios sensatos o pasados de tono se convierten en temas de discusión nacional?   Donde inicia el derecho de pensar y decir lo que queremos y donde termina la obligación de hacer un uso válido de lo que opinamos?

Existen cientos de casos visibles con respecto a  comentarios “hirientes” al resto del conglomerado nacional  –que irónicamente siempre se contradicen en su esencia-.   Recién asesinado Facundo Cabral cierta cantidad de connacionales sufrieron crisis de patriotismo avergonzándose de ser de hijos de una nación  donde mataran a un músico famoso.  Empero, cuando un costarricense  se encargo de recordar las carencias de ese maltrecho pedazo de tierra, la tortilla se volteó  y el ímpetu de hinchar el pecho por la casta patria paso a ser constante –al menos contra este personaje extranjero-
Ahora he leído,  quizás malinterpretado también, comentarios tales como  “que se cree esa hijadep…, aquí no somos choleros, cholera ella y su madre…”…. O “a esta no le gusta la marimba?  se ha de creer extranjera aunque tenga cara de tortilla”…   Así somos de ilógicos en la red, prefiriendo discutir nuestros problemas en el espacio cibernético antes de sentarnos a concientizar nuestro futuro real.  
Culpables?  Si.   La chica que asume que todas sus amistades celebraran su frenético comentario segregacionista basándose tan solo  en su  aparente simpática personalidad.   La periodista que espera que venga una columna de fieles a rendir pleitesía a sus comentarios  asumiendo que sus múltiples logros académicos le permitirán tener siempre la razón.  Pero  existe la culpa  del “feisbuquero o del tuitero” que asume que de no agradarle lo que lee, debe hacerse de inmediato  una cacería de brujas.
Así incluiría a cientos de opiniones anónimas o de columnistas en contra de temas X.  Que si el Real gano o perdió, que si las procesiones son bonitas o estorban, que si Dios es un padre o un dolor de muelas,   que si el heavy metal es rebeldía o inmadurez, etc.  Usando esto como escudo, algunos “escritores” piensan que mientras más irreverente sea el comentario más “ronchas” levantaran en las “mentes aisladas y obtusas”….Y es que así la discusión seguirá pues por fortuna todos pensamos distinto.   El problema entonces no es lo que se piensa de modo personal, el problema es asumir que todos debemos pensar del mismo modo.
Un problema con las redes sociales y que particularmente creo que tiene las connotaciones más preocupantes, es que mas allá de  la facilidad de ser vilipendiado   públicamente, exista la total facilidad para obtener datos personales, fotos, teléfonos particulares, incluso hasta curriculum vitae!!!  Hasta donde llega la obsesión por derrocar ídolos que se publican teléfonos con el agregado “allí les va el número para que la chinguen”….!??
Así somos como sociedad –no como guatemaltecos-   Pretendiendo hurgar en las heridas de los ídolos caídos, intentando convencer  a los demás que lo que decimos es la palabra final, reiterando  las  constantes contradicciones que nos reprimen desde nuestros orígenes.     Y utilizando ahora una herramienta novedosa, que ha constado años de investigación y cuyo fin debería ser totalmente distinto.   Tan fácil como abrir la página, escribir y dar click.  Quizás es más seguro que insultarnos por la calle.
Ahora no necesitamos más que una pc para “expresarnos”.  Esperaremos entonces a que el tiempo pase y también la tecnología nos diga hasta donde llegar.


N. Ivannoe Fajardo Andrade
nifajardo@gmail.com

Guatemala, abril de 2013.

colectivoarrancacebollas.blogspot.com ES UN ESPACIO DE OPINIÓN ABIERTO EL CUAL NO REFLEJA NECESARIAMENTE LA OPINION DE LA TOTALIDAD DE LOS MIEMBROS DEL COLECTIVO ARRANCACEBOLLAS. EL COLECTIVO ARRANCACEBOLLAS TIENE COMO FINALIDAD LA PROMOCION DE EXPRESIONES ARTÍSTICAS Y CULTURALES PERO DEJA A DISCRECION LA LIBERTAD DE OPINION DE SUS INTEGRANTES.