SINTONICENOS EN CUALQUIER EMISION A LA HORA QUE QUIERA, EL MORBO NUNCA DUERME.

Guatemala es un país altamente violento y peligroso. Nadie lo niega, nadie lo duda y nadie lo intenta ocultar. Actualmente se atraviesa por una escala de violencia que raya en lo tenebroso convirtiendo cualquier rincón del país en un lugar de dudosa tranquilidad. Y no es tan importante el limitado concepto patrio de “quiero a mi país en paz” sino el que tal como sociedades debemos hacer el intento por formar lazos de convivencia y equidad en cualquier espacio físico de la tierra.

Sin embargo, es evidente que el primer paso para encadenar estas –hasta ahora utópicas- ideas/ sociedades, es trabajar en pro de la más cercana, utilizando los recursos que se tengan a la mano para proveer condiciones útiles para los demás.
Y la extraña relación que hay entre la violencia y el párrafo anterior está en la información y el manejo de la misma.

No parece bastar que una persona tenga el poderío total de la televisión local –cuando los monopolios son prohibidos por ley-; sino que parecemos ser permisivos en la forma en la que se manejan las noticias.
Si llegan a ser dudosas las campañas de limpieza social y la violencia a gran escala en épocas electorales, más lamentable es que los presentadores (seudo periodistas acaso?) manejen de una forma tan vil y deshumanizada las notas.

Casi con un morbo ponzoñoso se reciben a diario las notas, casi parecen darlas con placer y es esa condición de autómatas la que destruye a pasos agigantados el orden social. Con todo lujo de detalle los presentadores presentan notas –mezclando incluso temas- tal como “hoy apareció un cadáver descuartizado, y al regresar de la publicidad: cremas y rojos juegan mañana”.
Y no es solo un efecto auditivo, es un macabro circo que incluye tomas –mientras mas sangrientas y dolorosas sean mejor-; llanto –porque vende en el morbo-; gritos de dolor –porque es lo que genera más terror. No quedan lejos de estos noticieros - serviles de un vergonzoso y patético monopolio - los diarios escritos cuyas páginas están inundadas de muerte, dolor y destrucción.

El caso más cercano es el del hombre que perdió a su familia en medio de un bombazo en un autobús, Radio Sonora aprovecho tal situación “donándole” al doliente una camiseta con su diseño para que asistiera al funeral y organizo una bulliciosa maratón en la cual recordaron cada 10 minutos que ellos habían recolectado X cantidad de dinero… siendo la apoteosis de tal alboroto que mareros tuvieron el gusto de extorsionar al doliente –sabiendo que le habían donado dinero-
Ni siquiera puede considerarse “la buena voluntad” de ayudar ante tales condiciones, es obvio que para ellos lo importante es aprovecharse del dolor ajeno, jugar con la estima de las personas, deshumanizar a los televidentes.

No se puede disfrazar la realidad eso es obvio, no se puede ocultar o negar que somos una sociedad al borde del abismo, pero de eso a que se juegue a ser violentos gracias a perturbados periodistas cuyos trastornos y retorcimientos emocionales les llevan a seguir jugando ese papel de muerte, hay una enorme diferencia.
Apagando el televisor no van a disminuir las muertes ni la violencia, pero si vamos a tener entornos menos morbosos cuyas conversaciones no incluyan el “voy a poner la tele para ver cuantos muertos hubieron hoy”.

Que hacemos como sociedad? A donde nos dirigimos? Es nuestra decisión, esta en nuestras manos cambiar el rumbo de nuestro país. Aún estamos a tiempo, aún no empieza el noticiero de las 6.

DE LA SEXTA A LA NOVENA NO SE RETOMA EL CAMINO.

Casi maravillados los ciudadanos de la Ciudad han vuelto a visitar –muchos recién a conocer- la 6ª. Avenida de la zona 1. Luces, edificios engalanados, gente bonita, policías sonrientes…no puede negarse que pasar por tal arteria en época decembrina fue todo un cambio a los años anteriores.

Pero de reconocer eso a llegar a pensar que “hay que agradecerle al señor arzú” –con minúscula- tal acción es un grave error. Somos una sociedad de olvido, vulnerable debido a un Estado casi fallido y por ello es sumamente fácil dejarnos llevar por la brillantez –en este caso de las luces navideñas- y no por las razones de fondo.

Sin afán de destruir –cosa fácil de asociar cuando suena la verdad-; hemos podido constatar “en vivo” 2 situaciones preocupantes:

1.- dos pequeños lustradores que caminaban por la reluciente avenida fueron sacados del lugar por los policías de Emetra –aquí no sonreían-.

2.- un grupo de jóvenes que estaban bailando break-dance también fueron invitados a salir del lugar, indagando los policías expresaron que solo con un permiso de la municipalidad se pueden realizar actividades allí. Permiso como el que tendría E. Méndez para hacer una pasarela?. Y si un ciudadano X hubiese querido pasar justo por esa avenida en ese momento -sin poder hacerlo- , no se hubiera topado con las mismas incomodidades que ocasionaban los vendedores?

No se trata de criticar y destruir lo poco que se haya realizado pero no es tan simple remozar una avenida y hacer de ello un caballito de batalla, habrá que recordar que arzú lleva 3 períodos como alcalde (más 2 de berger y 1 de garcía gallont en los cuales el que tomaba las decisiones era arzú) y con todo ese tiempo en la Municipalidad es una vergüenza dar la cara con un simple proyecto en el cual los artistas para poder presentarse deben andar rogando a los empleados municipales ( o en todo caso ser allegados a ellos). Lo más preocupante del caso es que la gente bien que se tomo la molestia de pasar por la 6ª. en época de paz y amor, seguro no volverá a pasar y menos cuando el Transmetro haga suya la avenida. Entonces vendrá la normalidad a una avenida incomprendida, tanto como las necesidades de los ciudadanos. Si la propaganda descarada que arzú esta promoviendo reza “retomemos el camino” habrá que invitarlo a caminar por la 6ª. y retomar el camino por la 9ª. ó la 10ª, o la 4ª, o la 5ª. Avenida y entonces podría constatar que la Ciudad esta en un estado calamitoso y precario y que ello ha sido gracias a una vergonzosa administración municipal en los últimos 30 años durante los cuales se ha degenerado el servicio de transporte llegando a pagar hasta Q10.00 a las 18hrs; el servicio de agua es malo, las calles están mal iluminadas y son poco seguras. Mucho tendrían que aprender desde el Palacio de la Loba pero desafortunadamente las personas que la ocupan no pueden ver más allá que su propio ego. Eso es evidente. Lo desafortunado es que la sociedad, incluso los que con frecuencia se ven afectados por las pésimas y casi tiránicas decisiones del alcalde sean quienes alaben proyectos insuficientes, llenos de prepotencia y que terminan siendo espacios para cínica publicidad (no había un arbolito por allí? )

Ojalá el espacio publico sea para la gente de a pie, y que ésta pueda expresarse libremente. Siendo un colectivo que busca que las personas puedan expresarse y desarrollarse plenamente en el aspecto artístico es nuestra obligación buscarlos. Aún cuando el transmetro pase a escasos centímetros de nuestros pies.