La necesaria necedad de sentirnos
vinculados a una Patria –aun cuando ese sentimiento sea conflictivo- ha conducido a una constante suma de
conflictos sociales, pues como individuos
casi nos sentimos obligados a tener una
devoción nacional, aún cuando no
compartamos la totalidad de las
condiciones que ésta nos ofrece.
Por ello es llamativo que en
pocas semanas los linchamientos
virtuales se han convertido en una constante demostración de la necesaria
catarsis social que necesita un país
urgido de hallar culpables.
Una muchacha que expone que su exclusivo
espacio comercial y habitacional se
llenará de gente inapropiada a su estatus, una reconocida periodista habla mal de la ultra nacionalista marimba y
alguien más es víctima de los cómicos
ataques tecnológicos por su osadía –valida o no- de obstaculizar el trafico.
Desde que las redes sociales se
convirtieron en un medio de expresión semi- anónimo, cientos de mensajes
circulan por las redes expresando iras, amores, odios y resentimientos. Todos ellos con el común denominador de
creernos –como usualmente pasa- los dueños de la verdad absoluta. Pero ¿que sucede cuando esos comentarios
sensatos o pasados de tono se convierten en temas de discusión nacional? Donde inicia el derecho de pensar y decir lo
que queremos y donde termina la obligación de hacer un uso válido de lo que
opinamos?
Existen cientos de casos visibles
con respecto a comentarios “hirientes”
al resto del conglomerado nacional –que
irónicamente siempre se contradicen en su esencia-. Recién asesinado Facundo Cabral cierta
cantidad de connacionales sufrieron crisis de patriotismo avergonzándose de ser
de hijos de una nación donde mataran a
un músico famoso. Empero, cuando un
costarricense se encargo de recordar las
carencias de ese maltrecho pedazo de tierra, la tortilla se volteó y el ímpetu de hinchar el pecho por la casta
patria paso a ser constante –al menos contra este personaje extranjero-
Ahora he leído, quizás malinterpretado también, comentarios tales
como “que se cree esa hijadep…, aquí no
somos choleros, cholera ella y su madre…”…. O “a esta no le gusta la marimba? se ha de creer extranjera aunque tenga cara de
tortilla”… Así somos de ilógicos en la
red, prefiriendo discutir nuestros problemas en el espacio cibernético antes de
sentarnos a concientizar nuestro futuro real.
Culpables? Si.
La chica que asume que todas sus amistades celebraran su frenético
comentario segregacionista basándose tan solo en su aparente simpática personalidad. La periodista que espera que venga una
columna de fieles a rendir pleitesía a sus comentarios asumiendo que sus múltiples logros académicos
le permitirán tener siempre la razón. Pero existe la culpa del “feisbuquero o del tuitero” que asume que
de no agradarle lo que lee, debe hacerse de inmediato una cacería de brujas.
Así incluiría a cientos de
opiniones anónimas o de columnistas en contra de temas X. Que si el Real gano o perdió, que si las
procesiones son bonitas o estorban, que si Dios es un padre o un dolor de
muelas, que si el heavy metal es
rebeldía o inmadurez, etc. Usando esto
como escudo, algunos “escritores” piensan que mientras más irreverente sea el
comentario más “ronchas” levantaran en las “mentes aisladas y obtusas”….Y es
que así la discusión seguirá pues por fortuna todos pensamos distinto. El problema entonces no es lo que se piensa
de modo personal, el problema es asumir que todos debemos pensar del mismo
modo.
Un problema con las redes
sociales y que particularmente creo que tiene las connotaciones más
preocupantes, es que mas allá de la
facilidad de ser vilipendiado
públicamente, exista la total facilidad para obtener datos personales,
fotos, teléfonos particulares, incluso hasta curriculum vitae!!! Hasta donde llega la obsesión por derrocar
ídolos que se publican teléfonos con el agregado “allí les va el número para
que la chinguen”….!??
Así somos como sociedad –no como
guatemaltecos- Pretendiendo hurgar en las
heridas de los ídolos caídos, intentando convencer a los demás que lo que decimos es la palabra
final, reiterando las constantes contradicciones que nos reprimen
desde nuestros orígenes. Y utilizando
ahora una herramienta novedosa, que ha constado años de investigación y cuyo
fin debería ser totalmente distinto.
Tan fácil como abrir la página, escribir y dar click. Quizás es más seguro que insultarnos por la
calle.
Ahora no necesitamos más que una
pc para “expresarnos”. Esperaremos
entonces a que el tiempo pase y también la tecnología nos diga hasta donde llegar.
N. Ivannoe Fajardo Andrade
nifajardo@gmail.com
Guatemala, abril de 2013.
colectivoarrancacebollas.blogspot.com ES UN ESPACIO DE OPINIÓN ABIERTO EL CUAL NO REFLEJA NECESARIAMENTE LA OPINION DE LA TOTALIDAD DE LOS MIEMBROS DEL COLECTIVO ARRANCACEBOLLAS. EL COLECTIVO ARRANCACEBOLLAS TIENE COMO FINALIDAD LA PROMOCION DE EXPRESIONES ARTÍSTICAS Y CULTURALES PERO DEJA A DISCRECION LA LIBERTAD DE OPINION DE SUS INTEGRANTES.
N. Ivannoe Fajardo Andrade
nifajardo@gmail.com
Guatemala, abril de 2013.
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